Dicho Plan contemplaba los siguientes escenarios: El primero, la presencia del Equipo Táctico Operativo y el Cuerpo de Bomberos en los diferentes eventos religiosos propios de este período, principalmente, en las ciudades con mayor afluencia, como Sonsonate, Izalco y por supuesto, el Centro Histórico de San Salvador. El segundo escenario, es la verificación del cumplimiento de las medidas de seguridad en comercios y restaurantes, por parte de la Unidad de Inspectores del Cuerpo de Bomberos. Tercero, el acompañamiento de los Gobernadores Departamentales junto con CODESEVI en controles vehiculares, fundamentalmente, en las rutas de los principales sitios turísticos.